LO LLEVÁIS CLARO...


Un arrebato de cólera
desgaja el pan aún blando.
Medio pollo caducado sin cabeza
observa la información rodando.
Morir mañana encaja
dentro de la ambición.
Recordar el propio olor
de la confusión excitada
al cuerpo salvaje.
Forzados al acantilado,
más métodos furtivos.
Imaginación encara al hombre,
revolviéndose, rodeándole.
Eso pasa, por provocar a la inocencia,
por repetir a la ilusión lo humillante.
Por la afluencia de pódiums y trofeos
y  el vicio de todas las iglesias.
Porque lo ortodoxo, lo homogéneo
y lo honorable, se alimentan del pobre,
pero el pobre aprendió a distinguir
lo miserable.
El poder, menos relajado,
dio una nueva orden,
la mayoría contestó,
contra todo lo probable:
“Lo lleváis claro”
Y cambió el mundo
en ese instante.


MAYORÍA DE INVIERNO.












Se dice mucho en  estos tiempos:
"No soy feliz...".


Tras la cortinilla rápida
de los grandes almacenes.
Mudando pieles en stock
que ¡zas!! te arrancan de las manos.
Puntúas desnudos entre calles
en otoño, pezones percha
cargados de libertad en invierno.


Decisión en mano, equivocarse,
correr a esta velocidad deja un rastro
a Sinatra asexuado,
a misma música de siempre
rebobinada sin éxito.
Y me consta lo cojonudo que es Sinatra...


Quizá vuelvan a volar
los oscuros éxodos
repoblando margaritas
entre anillos cayéndose,
estrellas encañonando islas,
apartando al niño que vomita, del recreo ilustrado.
Invitado a sentarte con los mayores
en charlas redundantes
de cafés eternos.




BUENO O MALO.



Pensamiento a pensamiento
la naturaleza elaboró una lista
de actores y construyó un decorado.

Mientras te despiertas, tu madre
te prepara el desayuno,
tu padre te lleva con él a cualquier sitio
único, por tocar su mano,
sonríes seguro desafiando al abismo.

En la radio del coche se oye una canción de amor,
ese absurdo amor es un derroche de adjetivos,
el amor es tan natural que ni tiene nombre,
sin ornamentos, tan auténtico que no necesita ser auténtico,
tan íntimo que a nadie se le ocurriría llamarlo íntimo.

Sonríes a tu padre y él te devuelve la sonrisa,
todo está  bien, en un momento el valle brilla y
la luz tenue del sol os despide desde el horizonte,
la ventanilla a medio bajar y el viento disipando
un momento en el tiempo
que tu memoria atrapará para siempre.

Llegas a casa, nadie te ha dicho
que también tendrás que interpretar otras escenas,
escenas con muchos adjetivos
para denominar lo que no necesita adjetivos.
Seguirás siendo un niño
mientras los hombres entierran el verbo
para lucirse en los adjetivos que detestan.

Comenzaron por hablarme de lo “bueno” o “malo”
no les creí, en cierto modo, por alguna razón de raíz
ya comprendía lo que me querían decir, sin oponerlos.
Después me enteré de que incluso, en aquellos valles,
en los que se ponía el sol,
se asesinaron hermanos (supuestamente buenos y malos)
en una guerra adjetivada civil,
cuando civil significa cívico o de los ciudadanos,
que no es militar ni eclesiástico…

Hoy, después de bastante tiempo, como hombre apestado y afectado que soy
gracias a esta sociedad en cuarentena que conformo, 
reconozco a mi alrededor que seguimos distinguiendo, diferenciando, apartando, 
marginando, adjetivando.
Nadie acierta a reconocer lo que llevamos dentro, 
de serie, implantado desde niños, y eso es, creo yo,
porque  hace tiempo que hemos olvidado el guión 
y hemos perdido la cabeza.





BUENAS NOCHES, PEDORRO ONANISTA.



1.    La suerte de este giro
preocupa estériles abanicos
de flores sin belleza.

Las cucarachas nos miran extrañadas
por la algarabía que nos ven extraer
de nuestras madrigueras de placer.

El que nunca ha tenido nunca teme otra vuelta,
el público  siempre cambia de sitio y lanza
con estilo la almohadilla
sin preocuparle a quién le estrella en la cabeza.

Pero antes y después ahora cohabitan, ni se discuten
ni se tapan de hurtadillo, comparten una cama reñida, ceñida,  una cama estrecha.

La libertad censura
y el mudo está en boca de todos.

No se puede  dormir con tanto ruido,
no parecemos hacer el amor,
aunque de  jodernos nunca nos cansemos;
y ya que nos encontramos todos  tan juntitos
y nos tocamos sin rubor los pies desnudos
desbocando la sábana bajera…

Con ese ansia loca, juvenil, tan unidos…

Mejor que nos masturbemos todos con aplomo.
Una vez, con unísono aplomo,
para ponernos de acuerdo en algo íntimo
mirándonos  a los ojos con cariño
reconociendo ser lo mismo;
y  después soltarnos un pedo traicionero,
reír mirando al otro y decirle:
Buenas noches, pedorro onanista,
te entiendo bien, porque eres igual que yo,
aunque la verdad duela.

VIVIR UNA MUERTE DIGNA


Tanta fe agota el fin de morir libre,
porque los hombres respetan las reglas que no respetan a los hombres.

 Cada día intento observar mi muerte como quien observa una hoja caída,
rezo cada célula vencida mientras se aleja mi fuerza impulsada fuertemente hacia la salida.

 Algunos intentan conservarte, algunos quieren mantenerte en vida,
devotos egoístas no quieren entender el amor elevado que no ciñe efímeras hebillas.

 Así que a veces me tomo una cerveza con mi padre, que ya no gasta en camisas.
Dejo interminables discusiones con ese amigo que se quitó la vida, para otro día...
Voy a la residencia a visitar a mi madre, que resiste, aunque ya no resista.

Paseo mi pensamiento que constantemente roza el hálito que comunica los seres sensibles que habito, con quienes me habitan.

 Lo peor de todo no es la muerte, es la vanidad que nos impide vivir cada milagro, compartir cada maravilla.

 Lo peor de todo no es el hombre, es el miedo que le obliga a matar lo bello que le rodea para adueñarse de la memoria que lo origina.

Lo mejor de todo es vivir una muerte digna.

París bendita.



Eres cadencia de mirada encendida,
nieta pícara de bella abuela joven.

Eres calles de frágiles guiñoles
girando boulevards, bebiendo las pasiones.

Eres rondada cintura colgando en el vuelo
a tu vestido parnasos de colores.

Zapatos con texturas de luz.
Amante de lengua escrupulosa
cubriendo tus caricias de tactos desbordantes,
amor de guante, cariño de piel ceñida.
Arte sin amarre a la deriva
sangrando por las dos orillas.

París Santa, Puta y Chillona,
Vagina de todos los olores.
Eres Baudelaire, Balzac, Lautrec,
Morrison, Nijinsky, Picasso,
Heine, Gainsbourg, Hemingway,
tantos magos vierten tus pociones...

¿Cómo no te voy a querer?
Tú, que me has extirpado los dolores.
Me he sentido devorar
por tus colmillos de placer,
abriendo una herida
que no cerrará esta vida.

Mi París bendita...

¿LA MORFINA O EL DELIRIO?








































Cólicos para estresados,
en vez de vivir doliendo,
morir flotando.
Morfina y análisis sin resultado
daban a una camilla con barrotes
el aspecto de un ford mustang con asiento reclinado.

Santo chute pasajero, el goteo, el suero,
quejidos seniles en mi box, lamentos interminables
filtrándose gota a gota por el tubo inyectado.

Y el doctor me dice:

"El dolor ha de manifestarse,
hasta que lo reconozcas, hasta que te señale,
hasta que te mire a los ojos sin que la morfina
lo distraiga y lo calme..."

Y entonces quise matar a todo el hospital,
quise levantarme y paulatinamente cargarme
a todo el personal. Mientras mi bajo abdominal rugía
y mis riñones estallaban.

Me retorcí en mi camilla, grité, insulté,
hasta que ya no pude más
y por falta de pruebas he sido liberado.

Todo parece ser mental, parto psicológico
o estrés enclaustrado.
Desde que reconocí el dolor, análisis, ecografías,
radiografías, tactos.

Para mí, habitante de esta diatriba llamada mundo,
en que el dolor clama por el origen del dolor.
Di las gracias al doctor, le estreché la mano
y le pedí disculpas después de reconocer
que tanto dolor, y tantas dosis de morfina
como nos llevan suministrando...
Nos impiden dar prioridad a la verdad.
Es mejor sufrirla ahora,
con lo que precisa por nuestra parte,
aunque suponga un mal trago.


AMAR A QUEMARROPA




Hace quince segundos el alma se encontraba suspendida
tras el azote del mar contra la roca.

En retirada los sentidos pierden su calado, su peso estanca
buscando esparcimiento en solitarias e interminables sobremesas.

En este abismo de asesinos y despistes, hostias secas a la boca,
el vidrio se inclina y el vino arde como moléculas de humana aurora.

La realidad sin expectativas ni cielo parece haberse relajado
en su objetivo.

Aún a riesgo de todo lo aprendido, la posibilidad de morir en un camino
corto al fin, aún a riesgo de amar a quemarropa.

Aún a riesgo de no saber a dónde ir...

Y darle dos besos a Machado, y andar...

Aunque no encontremos un sentido... O sí.

Andar hasta morir. Porque lo irracional funciona.


"Nadie viaja tan alto como aquel que no sabe a dónde se dirige" O. Cromwell.

"Caminante no hay camino, se hace camino al andar" A. Machado.

ILUSIÓN DE ARCILLA



Hundiéndome en ilusión de arcilla
dejé hígado en mi patria.

Tirado entre calumnias mal asistidas
toqué amplios halagos, tiernas rencillas.

Y yo, esperaba que tus sueños fueran comunes,
que tus propósitos brillaran sin desechos.

Yo comía de tu mano, conociendo,
que nadie es perfecto, ni la tumba exacta,
ni estamos hechos, y todo baila.

Y yo, que esperaba abrazarme a un solo verso,
ésta es la locura plena, apuesta inversa por un sueño.

Y ahora…

Vuelo de nuevo, vuelo como siempre hice,
volando a la deriva, de nuevo bueno.

LOS PERROS DEL MANICOMIO


Perdida la rigidez de las cuencas vacías,
ante la luna llena de un julio que sabe a otoño.
Tomé un vino con un poeta de los que lloran de verdad,
recordé al rapsoda que vestía abrigo de apaño
y farola de ozono (y maldecía esta ciudad).

Porque lo callado está listo para envío,
porque las maletas andan de saldo
ligeras de equipaje.
Porque lo dicho quedó enterrado,
pero el extranjero de ningún lugar colocó un espejo
en vez de lápida en su tumba
y ahora todos os miráis de reojo,
locos ociosos, antes de hacer competencia a los perros del manicomio.

Y es que ese vino vale una tarde y un día entero,
a veces hasta sabe un mes y otras se recuerda un lustro,
eso es mucho para quien pretende beber la vida
a tragos viscerales… Como cumplir mañana veinte años…

Alguien tenía que decirlo,
esta luna de verano robada de otoño,
los pasos que determinan vida, con dignidad,
viviremos por ser hijos de quien somos.
Pero lo cierto es que todo está plagado de verbenas
y apenas somos capaces de alcanzarnos un buen sorbo.

La pesadilla y un minuto de silencio.





Rabian calles
adoquinadas de piel y hueso.
Algunos se apilan.
Nadas ganan de nuevo.

Siempre silban a salvo
de nuestras cucarachas,
ofrenda insecticida
lamiendo el viento.

Un animal ruge al horizonte,
el perro se transforma en gato
maullando un lunático destierro.

Mientras vivas aquí, acogido,
mientras camines tras desesperado alimento.
Mientras te despiertas
con un grito entre los labios.

Sudando un sueño...

HOY EL DESEO...















La réplica viene del aire,
el olor a lunas propulsadas
por galones de sal y queroseno.

La tierra es una mujer cerrada,
el hombre por lamer sus pechos mata,
pone la mano encima, llama al cielo.

La mujer, contesta suave, en principio,
ultrajada, llora cuando antes florecía,
gira cuando se le busca el centro.

El hombre, abusa de ser amo, o eso,
"estoy aquí, si me lo consiente el cuerpo"
Todo lo quiere cerca, sin verlo lejos.

La tierra, clama inmenso mar,
exalta infantes sueños,
la luna bohemia,
el sol tenaz.
La tierra quiere vivir en paz,
bailar en compás sincero.

El hombre, mal pronuncia paz,
sus brazos ahogan, sostienen hierro,
fijan hacia sus entrañas
su núcleo en celo.

La mujer, tierra, quiere seguir enamorada,
para ella sólo existe un hombre,
que aunque también es dios,
no encima ni todo ni cubre,
nace, sobre todo y siempre,
hasta caer en su destino
muriendo dentro.

Esta es la materia en su extensión,
una historia de amor
bajo el manto monte,
sobre playa dorada,
reducida,
contaminada,
arrastrada,
abrasada.
El mar
se secó,
el virus
se extendió,

¿y hoy?

Hoy el deseo...

QUE COMIENCE LA FIESTA!!



Me desperté para descubrir
una mañana más
que la realidad se viste desnuda.
Los sentimientos siguen colándose
afluentes al viejo cauce
de mis deseos más sedientos...
Anoche olvidé quién bebía,
colmando mis comisuras
de Southern Confort.
Hemos llegado a la ciudad
más encorsetada al este del Pas, nena.
Compréndelo, había que pasar el trago
como fuera…

No tenemos prisa,

Tranki, alguien que empuña un colt con el mismo
pulso que tú lees la prensa,
esculpe balas que no silban, acarician
el viento acordando vida entre sus cuerdas,
frente a frente en la calle polvorienta.

Stanich, fija su mirada en un
As de picas, no huele el peligro,
dejó Pucela
por varios líos de faldas,
deshonró algunas doncellas,
virgos con las costuras deshilachadas
y huesos hechos añicos entre espuelas.

Jadris, descendió un cañón sombrío
repitiendo que somos historias mal contadas,
por eso siempre gira
apuntando al cielo.
No existe calibre
que viaje con la muerte,
tan sólo almas pasajeras.

Valva, un haz de luz
derritiendo nieve alta.
Comprende los detalles
que dibujan el camino,
refresca un mustang pinto
que cabalga en su paleta.

En Caravana Moriarty
Alex, the kid, prepara los caballos,
Javi, el padrino, coge las riendas.
Al anochecer alimentan el fuego
de guitarra y banjo.
Entre postas sueñan
con bailarinas desnudas en burdeles malditos
moviendo las caderas.

Cruzaremos la Peña
desde el otro Lado,
los indios siempre acechan.
Suerte que Mikel conoce el espíritu
de esta tierra, aprendió
con los Navajos,
siguiendo el sendero escarpado
hasta la frontera.

Cuando Robert Edward Lee
y otros confederados se rindieron,
Kerish se ocultó en Liérganes,
entre las tetas,
ahora es el más buscado,
él mismo pone precio a su cabeza.
A esa vida de forajido le debe
la pasión por las cumbres frondosas,
el manejo del machete y
el ansia por calar la bayoneta…

Como podéis observar,
no podemos brindar por vuestra calma
ni podéis descuidar vuestras mujeres
ni dejar abiertas vuestras puertas.
Os faltan clavos y tablas
para aseguraos el futuro…
No somos tan apocalípticos,
no disfrutamos con la crisis, pero cabalgamos en ella.
Os proponemos un trato, aunque
seamos “El Grupo Salvaje”, más despiadados
que un político en campaña
apurando el cuento de la lechera…

Nuestras armas son la música, los poemas,
disfrutad con nosotros…
Que comience la fiesta!!!!

ENCELADO MUNDO.



Encelado mundo de
sociedad ingenua,
rozaste la satisfacción con el engaño,
tu empalmado diablo
se hizo una brecha
chocando contra besos deseados.
Mundo de procesión, de genuflexión,
cualquier signo fue un error,
horror de masas, válvula de logopedas.
Abriendo nuevas rutas
se puede suspirar
sin necesitar perdón.
En este mundo acabado
el onanismo estéril
se acabó.
El pueblo al pueblo
haciendo el amor,
sin buscar más vértices,
sin vértigo en sus esferas,
sin secar los labios
para mojar los labios de un superior.
Encelado mundo,
la sociedad fértil vive dentro,
la voz vive dentro,
los iconos son inventos,
las eras son quimeras,
el fruto es el amor.

DE MI HERIDA HA BROTADO UN RÍO DE LIBERTAD...




Van volviendo a la vida,
con ojos alzados,
señalando en ambos lados,
se acabó cruzar los brazos,
se acabó rezar.

Muchas vidas “elegidas”,
que robaron otras vidas
por hacerse un estandarte.
Estertores de injusticia
van cesando de ondear.

Túnez, Egipto y Libia,
Grecia, Irlanda, Argentina,
Portugal, Francia, Alemania,
USA, Reino Unido y lo que deriva.
Y en Santander, España,
bocados de actualidad,
parapetos de poesía,
mucho iluminado ilumina,
ahora todos luciérnagas,
antes nos maldecían
por promover conciencias
desde el otro lado…
Por recitar
en cualquier lugar…

Siempre hay quien
empachándose con la igualdad
te echa un pulso si le das la mano.

Siempre hay quien
disertando sobre la paz mundial
mata en su siniestra intimidad.

Es igual, porque no somos
pobres villanos que conserven
vanidosas inquietudes
hasta morir condenados.
Queremos extender las manos,
compartir vuestras mentiras,
siempre existe un resquicio.
Tenemos fe, una sola vida
para invitaros a comprender
la verdad que no se vende,
con la que no se comercia
ni alardea, entre las tristes
hordas de mentes marchitas
deseando posar.

Tenemos fe, porque no queda tiempo,
ni para la guerra ya, queda un lugar.

EL DESPERTAR DE BUDA.





Caer en el destierro
o crecer crucificado,
son de las conchas
de las caracolas
recordándome un zumbido...

Ascender una cara y su oculto,
reconocer lo que se tiene
al contrario.
Toda acción es absurda
conjugando el verbo amado.
La pereza camina sin esquinas,
fluye el calor de su cuerpo evaporado.

Por la intuición de los roces
el agua espuma,
el olor es más fresco
y a la vez más sabio...
La vida nos espera
como un mazo,
fuera de aquí,
cerca de aquí.

Hombres ardilla
esconden nuestro fruto.
Mujeres cuervo
ocultan nuestros rayos.
Pero no cabe más mundo
en el mundo deseado,
y vuelvo a tí,
mi alimento y mi luz,
lejos de todas los estilos
y todos los estragos.

Anoche me desperté;
los hombres se buscaban
con la muerte entre las manos.
El rumbo era este rumbo
o mil rumbos, no lo sé...
Tú bailabas en el centro...
Hipnótica, radiante.
Yo te quería,
te sigo queriendo despierto,
por la senda blanca
de un viajero enamorado.

ATROPELLADO POR EL CAMIÓN DE LA LIMPIEZA.




MUERE UN ANCIANO DE 82 AÑOS TRAS SER ATROPELLADO POR EL CAMIÓN DE LA LIMPIEZA.

Un anciano de 82 años ha muerto tras haber sido arrollado por un camión de limpieza en la calle Menéndez Pelayo. El anciano cruzaba en silla de ruedas por una zona en la que no hay paso de peatones ni semáforo, por lo que cruzaba indebidamente.


Afortunadamente,
no hay nada que escribir hoy.
Pronto cumpliré 83 años,
comprendedlo bien,
me suda todo la polla.
Algún día me esforcé por gustar,
cuando era joven.
Puede que tuviera fe,
en Bach, como mucho.
Inconsciente, quizá,
magníficos los días.
No duele,
apenas siento un cosquilleo.
Sin mi permiso,
ningún pensamiento
me ronda.
Lo pasaré bien,
con mi vino, a solas.
Aún queda algo por decir,
por repetirse otro poco,
pero hoy no,
ahora que he comprado
en los chinos
vino de sobra.
Sé que no es poético.
¿Qué coño esperabais
de a quien nada le importa?.

LOS ILUSTRES CHAPOTEOS.




Cuando vine aquí vine de una forma sencilla, rodeado de un mar azul en suspensión, sin frío ni calor haciéndome sospechar el contraste que me encontraría ahí fuera.
Cuando comencé a sentir la brisa unos días y el viento otros. O cuando paseaba junto a mi tío Tavo por la alameda los días lluviosos y él me decía que mojarse la cabeza era sanísimo.

Cuando descubrí lo que las letras de colores de la contraportada del argos podían despertar en mi cabeza regada, uniéndolas, sentado en las rodillas de mi madre, siguiendo su dedo, para descubrir después las palabras que encajaban con armonía y significaban historias narradas por seres mágicos que vivían adentro…

Cuando mi maestro, Francisco Santamatilde, me hablaba de la sinceridad de la voz interior, para que la diese un sitio mejor al compartirla e intentara transmitirla sin artificios, sin petulancias formales y códigos ornamentales.

A medida que he ido conociendo un poco más cada vez, de la vida, en la vida. Siempre que he creído que no aprendería de mis errores, en esa pausa que da un abismo, fatal, en que el tiempo no existe y el futuro se recoge en la frustración de su cuerpo. Algo que siempre pasa y se supera si das lo mejor de tí mismo.

Después de todo, hasta ahora, pienso… ¿Qué habrán aprendido, sentido o experimentado esos poetas de corte académico y mente rebuscada que hablan de “las tesis divagatorias de la poesía de izquierdas…” O “el arte de los efectos, palabras e imágenes a partir de un artículo de Patricio Pron?” No sigo con los ejemplos. Creo que sobran. Son muchos, sobre todo aquí, en Santander, en este ambiente literario. Pero creo que es extensible a muchas más ciudades. Lo único cierto es que yo no les entiendo, les leo, por curiosidad, por empaparme quizá de su conocimiento (suele tratarse de poetas en cierto modo reconocidos, en la vanguardia poética) pero debo reconocer que no entiendo un ápice su sentido y siento aún menos empatía hacia sus textos.

Llegado el momento de plantearme ni me planteo un interrogante más al respecto. Todos ellos, con su intensidad y plumaje, se hacen sábanas con currículums, y elaboran pastillas de jabón con sus premios otorgados por jueces que lograron entender (o quizá no lo intentaron siquiera) esos palabros desgastados y vacíos que en sí mismos llaman a una inteligencia tan excelsa que no viste más que cualquier rey desnudo. De verdad, que nadie piense que envidio nada de ellos.

Creo en la amplitud y variedad que tienen cabida en este vasto mundo. Seguramente yo fije más mi atención en otro tipo de textos, afines a mi propia experiencia, en todo sentido. Quizá ellos paseaban de pequeños con gorros de plástico que les resguardaron de la lluvia pero impidieron el buen flujo, empapándose en su sudor seco, de sí mismos… No lo sé.

Yo sigo sin tener paraguas, para bien y para mal. Enseñando el lomo azulado lentamente antes de bucear de nuevo, mimetizándome en silencio, cada vez que intento rescatar algo del vientre de este océano. Sin chapoteos.

HEAVEN. Ángel González sobre Super Coco.














Ángel González describe el escenario actual de Super Coco, al que denomina “aeroplano”. Una muestra pictórica sobre nuestra realidad actual y la sana intención de un personaje que habita en el alma de todo hombre con sanas intenciones.
Al primer poema del poeta Ángel González (Oviedo 1925, nunca) como telón de fondo, se unen Super Coco y Pequeña Disertación Amoral.


EL MOMENTO ESTE.

El momento no es bueno.
Ya se sabe
que los vientos tampoco.
Una tromba de agua arrasa a Cataluña.
La lluvia
no moja desde meses la tierra de Almería.
Aquí, en cambio, los hielos ennegrecen
los frutos
y más allá los huracanes
derriban bosques, y en otro
lugar no tan lejano
un inmenso trigal fue pasto de las llamas.
No vamos a quejarnos por tan pequeña cosa.
No vamos a quejarnos desde ahora por nada.
Desde ahora
somos invulnerables de tanto vulnerados,
insensibles
de haber sentido tanto.
Y si un niño se muere o una ilusión se quiebra
no hay por qué preocuparse:
Estamos
perfectamente disculpados.
Son los vientos, los tiempos, las desgracias que corren
como arañas hambrientas sobre nuestra inocencia.
Es el momento este que nos pesa en el pecho
igual que una gran piedra,
y nos inmoviliza.
En el aire quedaron vestigios de palabras:
_....supervivientes todos de inclinada posturas:
Sería
preferible
fallecer intentando enderezar los huesos…_
Y pasó un aeroplano y ya no se oye nada.

VIVA SUPER COCO

La alocada línea
rozando el vacío.
Comisuras aladas de teleñeco.
Ojos de flipado,
nariz de bolinga,
brazos de molinillo.
Super Coco lo tiene claro,
hay que vivir sin tanto cuento,
la diferencia entre delante y detrás
o arriba y abajo
-que otros tantos han confundido-
Un visionario,
explicándote lo complejo
desde lo más sencillo.
Somos mocos universales,
propensos a gripes de todo tipo,
espesos polluelos sin alas,
intensos catedráticos
calzando katiuskas,
estereotipos que apenas se mojan,
a no ser que el río se nos lleve
o nos embarguen el piso,
o nos amedrenten con el 2012
o algún que otro cataclismo.
Yo cuando sea mayor
quiero ser como SUPER COCO;
ir de acá para allá
volando con mi mente,
sin que me remate mi suerte,
echando siempre unas risas,
porque esta vida es un juego
que aparte de sacrificio
tiene un final, y el mío,
como el de Super Coco
puede que exista
pero tú no lo viste.

PEQUEÑA DISERTACIÓN AMORAL.

El pueblo se da cuenta y… ¿Cómo?
Ayudándonos.
Guerra de dedicar, dedicada a mejorar.
Solucionar comunes,
demostrar, de verdad.
Ambición sí, de mejorar.
Ejercitar bases no impuestas.
Dar muestra de la esfera viva,
dependiente del sol.
La comunidad de la luz.
Plenamente conscientes
de oscuridad controlada.
Leyes sí, no por favor, por dirigir a un pueblo.
Más mentes abiertas, menos política,
más ciencia, letras, más vida.
Mientras tanto, tan enfermos,
conscientes de la deriva que nos imita.
Reconocer el afecto intrusista y parcial,
reconocer los problemas,
acercar los lugares,
apoyar lo primero desde la mente última.
Conformar nuestro tiempo a nuestro viento.
Siempre con cierto y necesario margen
para nosotros mismos.
La humanidad somos nosotros, primeros,
la sociedad son unos pocos, última.