ENTRE 2 VIDAS.


Calma de niño
ausenta y mira,
pule la caliza y corre
bajo cuencas líquidas.

Pequeño azor que se atreve
a dibujar tonos sobre todo.

Tomillo, espliego y salvia,
álamos, alisos y nenúfares
de hojas de dedos suaves
y caricias que no son suyas.

Pequeño vacío, pequeña vida,
beso viento, brisa y piedra ancha
para sostener tus huesos
sonrientes en la cornisa.

Calma de niño y surge
de cuevas profundas,
riega el cielo una lágrima
equidistante de dos vidas.

No era para tanto, niño,
no será tanto, descuida.
Calma de niño, ausenta el mundo,
mota equidistante
entre las dos vidas...

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