EL MAR

La gente que mira al mar
busca un punto de realismo en sus vidas,
un punto de fuga
de la presión desesperada
y de la vida que les hostiga.
La gente que mira al mar
se pierde con sus corrientes
entre la belleza de sus curvas,
navegando despiertos
entre la fantasía de sus líneas.
El horizonte es un fin
que les mide a todos por igual,
cada ola es cada uno de ellos
luchando por mantenerse con ilusión,
desgastándose en su camino,
rompiendo hacia la orilla.


La verdad, la persona que mira al mar
siempre olvida,
aunque es preciso fundirse
entre sus sábanas
como un amante entregado
a su juego peculiar,
sin objetivos ni alardes,
entregándose con pasión y sin mentiras.
El mar es una reunión de almas perdidas,
sus tonos suelen ir desde el verde
de la esperanza por llegar
hasta el azul de la melancolía,
de la melancolía y la evasión.
¿Qué seríamos si no fuese por el mar?.
Si todos nuestros sentimientos
se deslizan líquidos por nuestra vida,
si todo lo que somos no es más,
que mar añorando un reencuentro,
una partida.

1 comentario:

ISABELLA dijo...

De todos nuestros adverbios....
SIEMPRE